Antón Cruces
Erre que ERE
Así que un medio de incomunicación de la ciudad despide a diez empleados. He trabajado en esa redacción y en verdad os digo amigos lectores que los periodistas que la forman son en su mayor parte grandes profesionales y responsables. Cracks.
Sin embargo, fuentes cercanas a este medio aseguran que presuntamente algún compañero ni siquiera respetó el ERE de reducción de jornada estipulado por la empresa. Lo que no entiendo es el motivo por el cual el resto de compañeros al ver esto no le hicieron el "fuck you" con el dedo. ¿Alguien debería investigarlo no? No sé, un señor sentado leyendo La Razón con dos agujeros a modo de ojos o algo así. Si yo me enteró que soy un "alma perdida"¿cómo no se van a enterar los que saben? Animo a los compañeros a que, si saben que esto es verdad y que este tipo de actitudes han podido influir en sus despidos, denuncien. Si pueden demostrarlo claro, ese es otro cantar.
Supongo que será que la falta de trabajo para todos empuja a tomar estas decisiones. ¿O no? Si una empresa va "regumal" uno querría conservar a cuantos más empleados valiosos mejor ¿no?
Pues no.
A lo mejor es que es mentira y no ha pasado nada de eso.
Así nos va. Es lo de siempre, aquí cada uno mira para lo suyo y después pasa lo que pasa.
¿Es eso legal?
Debe serlo, porque los ineptos siguen ahíen fin.
Personalmente me da vergüenza que el nombre de la ciudad esta ligado a semejante despropósito empresarial y periodístico, pero claroyo qué voy a saber.
Solo sé que este tugurio fomentó en su momento la precariedad laboral y ahora esto. Solo importa "rellenar páginas" como churros. Información poca y mucha propaganda. Trabajadores haciendo páginas de nevera hasta altas horas de la mañana, en fin...esa no es la solución.
Patético como siempre, avergonzante como nunca.
Esta es solo una más.
Suerte a los que se van, he trabajado con algunos de ellos y son GRANDES profesionales. Suerte también para los que se quedan. La van a necesitar. Cuando las barbas de tu vecino veas cortarno le mires el diente. O algo así.
Mientras sigan existiendo auténticos, perdón... presuntos gánsteres de puertas para dentro está la cosa muy mala. Y lo pagamos todos, los que se van, los que se quedan y los que leen el periódico.
Unos y otros por distintas razones miran hacia otro lado y dicen que hay que entenderlo. Pues vale.
Un abrazo a todos y tranquilos que en todas partes cuecen habas. Doy fe.
Creo que me ha salido bien esto de escribir sin dar el nombre concreto de Diario de Pontevedra.
¡Uppps! Vaya hombre se me ha escapado justo al final y no me va la tecla de borrar.
Aquí todo Dios callado y después pasa lo que pasa.
Está pasando ya.
Hay muchas más historias para no dormir relacionadas con este tema, pero no hay espacio suficiente en la red... y mira que es grande.
Salud hermanos.