Un horroroso Pontevedra no pasa del empate ante el colista Valladolid B (1-1)
Por Diego Espiño & Diego Torrado
La afición de Pasarón empieza a cansarse. No reacciona el Pontevedra y por primera vez, aunque tímidamente, se han escuchado pitos en las gradas, sobre todo en el tiempo de descanso.
El cabreo de la hinchada llegó después de no haber podido pasar del empate ante el colista, el filial del Real Valladolid (1-1), en un encuentro en el que su primer remate puerta se produjo en el minuto 63 del choque, en un saque de esquina botado por Prosi que Etxániz de un cabezazo convertía en el 1-0.
Planteó Luisito pocos cambios en el once y en el planteamiento, de nuevo poblando la defensa con tres centrales entre los que se encontraban Kevin y Adrián León para dejar paso en el centro del campo a Prosi y Álex Fernández.
No funcionó esta vez la idea porque, desde el minuto 1, faltó la intensidad del último encuentro en casa que parecía atisbar una mejoría. No conseguían asociarse y crear juego los granates, incapaces de llegar al área rival, mientras el filial pucelano, con transiciones rápidas, sí creaba más sensación de poder anotar.
Así en el minuto 10 de juego llegó la mejor ocasión del partido, además del gol, del Valladolid, en un córner a favor del Pontevedra que se convierte en una rápida contra que lleva Miguel dejando sólo ante Edu a Mayoral. Afortunadamente el arquero salvó los muebles. Sin embargo el guión se mantenía y una internada de nuevo de Mayoral que no encontró rematador levantó las primeras protestas de la parroquia al filo de la media hora.
Se lamentaba Luisito desde la banda y no dejaba de dar indicaciones, pero no movía ficha y los suyos sólo se acercaron una vez con cierto peligro en el primer acto, sin que Etxániz lograse rematar.
Se hacía necesario un cambio, y sin embargo todo siguió igual a la vuelta de vestuarios. Mismo planteamiento, mismos jugadores y mismos errores, permitiendo a Miguel plantarse ante Edu. El delantero visitante apostó por pasar el balón ante el guardameta y no encontró compañero malogrando la ocasión. Fue la guinda y el técnico movió el banquillo metiendo en el campo a Berrocal por Jorge y cambiando el sistema en el minuto 50. Defensa de cuatro y dos delanteros para fijar a los centrales para buscar balones en largo.
Ganó metros con el cambio el Pontevedra y aunque sin profundidad empezó a rondar el área. Así fue hasta que Álex González forzó el saque de esquina que se convertiría en el 1-0. No lo merecían los pontevedreses pero mandaban en el marcador, lo más difícil estaba hecho. Por desgracia para los locales la alegría durará poco y un cúmulo de errores, con un rechace de Edu que no cerró la defensa, se convertía en el empate, obra del jugador pucelano más activo, Miguel, en el minuto 72.
Entonces sí se lanzaron los granates a por la victoria, aunque con poco juego, mostrando las carencias defensivas de Valladolid B, que hasta el momento no había aprovechado. Llegaron varias ocasiones seguidas de Etxániz y Añón y dos disparos lejanos de Marcos Álvarez, pero hasta ahí llegó un gris Pontevedra que tuvo que conformarse con un empate que no resueleve sus problemas en la clasificación.
A un punto del descenso la próxima jornada, de nuevo en Pasarón ante la Gimnástica Segoviana que marca precisamente la zona de salvación, se presenta como una auténtica final, y eso que no ha concluido la primera vuelta de la competición.
PONTEVEDRA CF (1): Edu, Álex Fernández (Mouriño, minuto 73), Álex González, Adrián León, Bruno, Kevin, Marcos Álvarez, Jorge (Berrocal, minuto 50), Etxániz, Prosi, Añón.
REAL VALLADOLID B (1): Tanis, Apa, Cobo (Suárez, minuto 66), Rubén, Velásques, Mari, Mayoral, Alvarado, Miguel (Dani Vega, minuto 91), Javi Pérez, Samanes (Porto, minuto 87).
Árbitro: Jerónimo Montes García, auxiliado en las bandas por César Díaz Carrasco y Luis Romero Serrano (Madrid). Amonestaron a Prosi y Kevin en el Pontevedra y a Cobo y Javi Pérez en el Valladolid B.
Goles: (1-0) Etxániz, minuto 63; (1-1) Suárez, minuto 72.
Incidencias: Partido de liga disputado en el Estadio Municipal de Pasarón ante alrededor de 2.000 espectadores. Los futbolistas de ambos equipos saltaron al campo con un pañuelo símbolico dentro de la campaña del 25N contra la violencia de género, y el círculo central lució un gran lazo violeta hasta el inicio del choque.
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